"La vida solo puede vivirse mirando hacia adelante y solo puede entenderse mirando hacia atrás."
Select language
MÍSTICA
Iniciación – la mujer y la tierra.
Introducimos este articulo entre los primeros de nuestra pagina web, porque las aportaciones de Sefarad y de Tzarfat al judaísmo es algo que iremos descubriendo a lo largo del trabajo de ambas fundaciones. La mujer es quien define la judeidad de un individuo y esto es algo inamovible y trascendental.
RESPETO A SEFARAD (8)
LA INICIACIÓN – LA MUJER Y LA TIERRA
La iniciación del ser humano, ó el seguimiento del camino interior es un proceso que siempre perteneció a unas pocas almas privilegiadas y espirituales que se atrevieron a reconocerse.
Estos seres especiales existieron en todas las épocas y de entre ellos surgieron las ideas que fueron capaces de mover el mundo.
Los filósofos y la mayoría de los teólogos oficiales son meros seguidores de estos seres espirituales que buscaron más allá de la INICIACION.
Proseguir el camino interior, es el arduo camino que tiene el hombre por delante, y el Zohar es un elemento que nos aclara como es el sentimiento que embarga a un iniciado. Nos define la Ética de un iniciado, a través de una visión judía de la vida y los sentimientos humanos.
La Política es una forma de plasmar en la realidad los ideales surgidos de algunas de estas ideas que nos ofrece esta Ética.
Mas loable es aún la Política cuando esta se convierte en un instrumento de recuperación de sociedades ó posibilidades perdidas capaces de mejorar las existentes, cuando estas han surgido, no solo del enfrentamiento de corrientes sino de actos de violencia y sometimiento de unas corrientes contra otras.
El Color azul de los Coptos, el color Blanco de los Albigenses, el color Rojo de la sangre son elementos que salidos de las vestimentas del sumo sacerdote y REFLEJADOS en la TORÁ y que se han utilizado por las personas iniciadas para el desarrollo de un lenguaje oculto solo interpretable por aquellos que han alcanzado la comprensión, que no siempre el conocimiento de lo que ello representa.
La estrella de 5 puntas de Salomón. La estrella de 6 puntas, elemento distintivo de la estrella de David y del judaísmo.
La estrella de 8 puntas de los árabes son otros elementos también utilizados por los iniciados para a través de símbolos expresar sus conocimientos respecto del control de las energías.
El Talmud se define como la tradición oral. Se conoce como la explicación que se transmite oralmente de generación en generación sobre el conocimiento de la Torah.
El Talmud no es otra cosa que la expresión en leyes de ese conocimiento que se convierte en una serie de leyes que han de servirnos para desarrollar una forma de vida que sea capaz de acercarnos al conocimiento de la creación, a la evolución de la sociedad y de cada uno de nosotros y a una vida superior. La Kabala es el elemento de expresión de los iniciados.
Para entender el sentido que tiene un baño ritual pequeño, que es lo que significa un Bañuelo, o sea el Mikvé judío, y para los no iniciados, vamos a utilizar algunas ideas ya expresadas por importantes maestros Rabínicos. El Mikvé es un baño ritual por el cual la mujer se purifica, ante la entrada de un nuevo ciclo vital.
Esto por supuesto significa que la mujer y todo lo que en ella se concentra tiene una importancia vital en el judaísmo.
Fue Abraham, quien instituyó el Mikvé para las mujeres y la circuncisión para los hombres.
¿Por qué razón la Mikvah?
Los Mandamientos que se encuentran en la Torá, pueden dividirse en tres categorías principales:
La primera categoría contempla lo que podríamos denominar como leyes morales y éticas. Se los conoce con el nombre de Mishpatim, que significa “Juicios “.
La segunda categoría, contempla otros mandamientos, los cuales, aunque no son moralmente necesarios, llenan una necesidad importante en cuanto al fortalecimiento del judaísmo. Por ejemplo: Las fiestas y los rituales que las acompañan.
La tercera categoría es la más difícil de entender. Consiste en leyes y mandamientos que no tienen una aparente razón de existir.
El mejor y más conocido ejemplo lo constituyen las leyes dietéticas para las cuales no existe una razón explícita ni en la Toráh ni en la literatura talmúdica.
Estos preceptos sirven para fortalecer los vínculos entre D-s y el hombre, pero la manera en que lo hacen no es de ningún modo obvia.
Las leyes incluidas en esta categoría de mandamientos se conocen con el nombre de “Jukim “que literalmente se traduce por “Decretos “.
Estos son mandatos que debemos obedecer como decretos de nuestro D-s comprendamos o no sus razones. Uno de los más importantes mandamientos incluidos en esta tercera categoría es la Mikvah. Resulta obvio que esta categoría de mandamientos es la más difícil de cumplir.
El Talmud nos dice que estas son las leyes que “la inclinación hacia el mal (Yetzer Hará) y las naciones del mundo intentan refutarlas”.
El no entender las razones para llevar a cabo algo, nos tienta a encontrar excusas para no hacerlo.
Cuando se trata de explicar la religión judía a los NO – JUDIOS, lo que más difícil resulta de justificar, son las leyes que no poseen razones obvias para ser cumplidas.
Su cumplimiento representa un acto de Fe.
Antiguamente uno de los principales usos de la Mikvah estaba destinado a la purificación ritual.
Había numerosas razones que llevaban a una persona a ser Jamesh (ritualmente impura). Lo más significativo de tal Tumah era el hecho de que a una persona en esas condiciones le estaba prohibido entrar en los terrenos del templo sagrado en Jerusalén. La violación de dicha prohibición era severamente penada.
La Torah habla de numerosos hechos que llevan a una persona a ser Jamesh, “ritualmente impura “y de los variados procesos de purificación.
APORTACIONES DE SEFARAD A LOS FUNDAMENTOS DEL JUDAISMO
El Talmud es una obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, narraciones y dichos, parábolas, historias y leyendas. Es un inmenso código civil y religioso, elaborado entre el siglo III y el V por eruditos hebreos de Babilonia y Eretz Israel.
El Talmud de Babilonia tiene Guemará, la cual es un análisis rabínico y un comentario de la Mishná, dividido en 37 tratados (masejtot). El Talmud de Jerusalén tiene Guemará en 39 tratados talmúdicos.
En el Talmud, libro sagrado de los judíos, que se relaciona con la parte religiosa (ortodoxa) del judaísmo, los sueños eran usados como método adivinatorio y profético. Algo similar se explica en la Cabalá, libro que cuenta con 5.000 años de antigüedad, anterior al Talmud y que en hebreo significa “recibir”.
La Mishná o Misná (del hebreo מִשְׁנָה, ‘estudio, repetición’) es un cuerpo exegético de leyes judías compiladas, que recoge y consolida la tradición oral judía desarrollada durante siglos desde los tiempos de la Torá o ley escrita, y hasta su codificación a manos del rabino Yehudá Hanasí (también llamado el Príncipe).
Los creadores del que sería codificado como el Talmud de Jerusalén, fueron el Rabino Hanina y el Rabino Oshayá. Aunque la redacción del Talmud de Jerusalén se llevó a cabo al mismo tiempo que su homólogo, el Talmud de Babilonia, su estudio se hizo mucho más difícil debido a las autoridades romanas.
Una escuela de TALMUD fue establecida en TZARFAT.
En esencia, la cábala (palabra que significa ‘recibir’) es un sistema de interpretación mística y alegórica de la Torá .
El Zohar ( זהר zohar, “esplendor”) es, junto al Sefer Ietzira, el libro central de la corriente cabalista, escrito por Shimon bar Yohai en el siglo II, o por Moshé de León en el siglo XIII.
El punto bueno que la persona encuentra en sí misma es parte de la Divinidad, pues todo el bien emana del Santo, bendito sea. La Torá, el Pueblo Judío y el Santo, bendito sea, son una unidad (Zohar, Introducción). De modo que cuando un punto bueno existe en un judío –una Mitzva o una buena acción– este bien se encuentra completamente unido con el Santo, bendito sea. Pues “Dios es bueno para todos” (Salmos 145:9) y también está escrito: “Mira y observa que Dios es bueno” (Salmos 34:9). Todo bien que exista, sea la que fuera la forma en que se presente, emana realmente del Santo, bendito sea.
El Zohar, o segundo trabajo explicativo de la Cabalá, ha sido llamado con justicia la “Biblia” de los cabalistas. Sobre su autoría, desde antiguo se manejan dos puntos de vista:
La obra se divide en varios tratados y analiza los textos bíblicos para extraer de ellos su significado oculto. El universo se reparte entre los imperios de la luz y de las tinieblas, cada uno de ellos compuesto por diez esferas.
El Zohar es la obra fundacional en la literatura del pensamiento místico judío conocido como Cábala (o Kabbalah).
Es un grupo de libros que incluyen comentarios sobre los aspectos místicos de la Tora (los cinco libros de Moisés) e interpretaciones bíblicas y también material de teología, teosofía, cosmogonía, y psicología mística.
El Zohar contiene una discusión sobre la naturaleza de D-s, del origen y la estructura del Universo, la naturaleza de las almas, la redención, la relación Ego-Oscuridad y de la unión del “verdadero yo” con la “Luz de Dios”, y la relación entre la «energía universal» y el hombre.
Su interpretación de las Escrituras puede ser considerada como una forma esotérica de la literatura rabínica conocida como el Midrash, un método de estudio y análisis de las Sagradas Escrituras que desarrolla la comprensión e interpretación de la sagrada Torá.
El Zohar reapareció de nuevo en el siglo XIII, y fue publicado por un escritor judío llamado Moisés de León.
Moisés de León atribuyó la obra a Shimon bar Yojai, un rabino del siglo II que vivió durante la persecución romana, y que según la tradición judía, se ocultó del Imperio Romano en una cueva, y durante 13 años se dedicó al estudio de la Torá con su hijo el Rabino Eleazar. Durante este periodo fue inspirado por el profeta Elías para escribir el Zohar. Esto concuerda con la afirmación tradicional hecha por los partidarios de la cábala, de que la misma es una parte oculta de la Torá oral.
La opinión de la mayoría religiosa en el judaísmo rabínico tradicional ha sido que las enseñanzas de la Cábala fueron reveladas por Dios a personajes bíblicos, como Abraham y a Moisés (Moshé Rabeinu), y que se transmitieron oralmente desde la época bíblica hasta su redacción por parte del Rabino Shimon bar Yojai ó Moises de León.
Gershom Scholem hace un análisis académico del Zohar y ha teorizado que Moisés de León fue el autor de la obra. Sin embargo, para los grupos judíos y no judíos practicantes y estudiosos de la Cábala este es un tema secundario, ya que no se ha podido constatar en plenitud una u otra postura.
Algunos sectores judíos, principalmente no ortodoxos, se ajustan a opiniones como la de Gershom Scholem. Sin embargo, se sigue considerando el Zohar con una perspectiva enriquecedora que promueve un sentido más práctico para el judaísmo moderno. Una aportación fundamental como tantas otra de Sefarad.
La inmersión en la Mikvah es un acto de purificación, requerido en todos los casos.
Las leyes de pureza e impureza ritual pertenecen a la tercera categoría de mandamientos conocidos como “Jukim “(decretos sin razón aparente).
Estas leyes deben tomarse como un acto de Fe, y como dicen los sabios “El cuerpo muerto en si no profana y el agua en si no purifica”.
Pero es D-s quien dijo: he dado una orden y he promulgado un decreto y ningún hombre puede violar mi decreto.
Deducimos de estas palabras que la Mikvah implica algún grado de purificación espiritual.
Veremos más adelante que entendemos por Puro (Tahor) e impuro (Jamesh) en relación con el hombre y con la mujer.
Generalmente consideramos el agua como un elemento depurador. Si uno esta sucio corporalmente, es natural que se limpie con agua.
En consecuencia, cuando pensamos en la purificación y la limpieza en el sentido espiritual, emplearíamos también agua como agente purificador.
Es condición especial de la Mikvah la que nos permite depurarnos espiritualmente a nosotros mismos, tal como lo hacemos corporalmente.
Si observamos más detenidamente la Torah, llegamos a la conclusión de que la Mikvah posee una trascendencia más profunda que la simple purificación, particularmente en dos áreas especiales.
El primer área involucra a la consagración de Aarón y sus hijos como Cohanim, o sea sacerdotes, lo que ocurrió poco después de la salida de Egipto. Esta condición especial de Cohanim la han conservado hasta hoy. Un Cohen es alguien cuyo linaje se remonta directamente hasta Aarón siguiendo una línea ininterrumpida.
La Torah nos revela que el primer paso para la consagración de Aarón fue la inmersión en la Mikvah.
En este caso la inmersión no implicaba purificación sino más bien un cambio en el estatus (condición espiritual) que en realidad significaba la elevación de su estatus.
Aarón y sus hijos poseían originalmente la misma condición espiritual que cualquier otro, pero al producirse su inmersión en la Mikvah alcanzaron la nueva condición de Cohanim o sea Sacerdotes.
La segunda área en la que podemos observar que la Mikvah posee una significación especial, es en el servicio de Yom Kippur en el templo sagrado.
La parte más crucial de este servicio efectuado en el antiguo templo era la entrada del sumo sacerdote (Kohen Gadol) al lugar más sagrado “la cámara especial del templo donde se guardaba el arca que contenía las originales tablas de piedra que recibió Moisés”.
Esta era la única oportunidad del año en la cual se le permitía a un ser humano entrar al Santo Santorum (Kodesh ha Kodashim). El sumo sacerdote debía llevar vestimentas blancas especiales antes de entrar al lugar más sagrado.
Después de abandonar el lugar se pondría de nuevo las vestimentas de oro que acostumbraba a usar durante todo el año.
En el día más sagrado el Cohen Gadol debía entrar al sagradísimo lugar dos veces.
Esto requeriría en su momento 5 cambios de vestimentas, dado que debería comenzar y terminar el ritual vistiendo sus ropas de oro. Antes de cada cambio de vestimenta, debería sumergirse en una Mikvah.
El Cohen Gadol no estaba desaseado o impuro. Estaba experimentando en realidad un cambio en su estatus (condición espiritual) y esto se simboliza a través del cambio de vestimentas. Este cambio de estatus se lograba a través de la inmersión en la Mikvah.
La inmersión que se realiza en el proceso de purificación ritual involucra el mismo concepto. El agua no está limpiando la suciedad. En realidad, la Mikvah modifica la condición espiritual del individuo y lo transforma del estado de Jamesh (impuro) al de Tahor (puro).
Evidentemente esta purificación es más bien un cambio de condición que un proceso de limpieza.
El Talmud afirma: “Tan pronto como el converso se sumerge y luego resurge de las aguas de la Mikvah, se lo considera como judío en todos los sentidos.
La Mikvah representa el seno materno. Cuando un individuo se introduce en la Mikvah es como si retornara al seno materno y cuando emerge es como si volviera a nacer. Alcanza de esta forma una condición completamente nueva.
El seno materno es un lugar que está totalmente disociado de cualquier concepto de impureza. No hay forma de impurificar al niño mientras esta en el seno materno.
La identificación de la Mikvah con la placenta se hace aún más clara por el hecho de que la Torah describe al estado más primitivo del mundo en forma de agua.
En los primeros versículos de la Torah, encontramos Genesis 1-2.-:
“La tierra estaba informe y desordenada, había oscuridad en la superficie del abismo y el espíritu de D-s soplaba sobre la “faz de las aguas “.
En el segundo día de la creación “las aguas superiores fueron separadas de las aguas inferiores”.
Finalmente, en el tercer día, se reunieron las aguas para formar los mares de modo que pudiese surgir la tierra firme.
En algún sentido el agua representa, por lo tanto, la placenta de la creación. Cuando una persona se sumerge en la Mikvah, se está ubicando en el estado en donde el mundo está todavía por nacer, sometiéndose el mismo al poder totalmente creativo de D-s.
Podemos deducir esto a través de la etimología de la palabra “Maim “, que en hebreo significa agua. La raíz “Ma” significa “Que “.
Cuando una persona se sumerge en el agua, anula su ego y se pregunta: “¿Que soy yo?”.
El ego es la esencia de la permanencia, en cuanto que el agua es la esencia de la transitoriedad.
Cuando una persona está preparada para reemplazar su ego por una pregunta, esta también lista para renacer con su respuesta.
También y de un modo más prosaico, es considerada la idea de que cuando una persona se introduce en el agua, se ubica en un medio ambiente en el que no puede vivir. Si permaneciera sumergido durante un tiempo, moriría por falta de aire.
La respiración es la propia esencia de la vida, y de acuerdo con la Torah, una persona que deja de respirar, no se la considera más entre los vivos.
Por esta razón cuando uno se sumerge en la Mikvah entra momentáneamente al reino de los no vivientes, y vuelve a renacer cuando emerge de ella.
Así una Mikvah, no puede realizarse en cualquier bañera, sino que ha de construirse especialmente (a no ser que se realice directamente en el mar, en un lago, ó en el manantial natural), ya que representa una tumba.
Cuando una persona se sumerge entra al reino de los no vivientes y cuando emerge resurge con una nueva condición.
Ilustrar a la Mikvah como seno materno y como tumba, no es una contradicción.
Ambos son lugares donde no se respira y son así mismo puntos terminales del ciclo de vida.
El termino Kever en hebreo significa generalmente Tumba, pero a veces también se utiliza con el significado de “matriz”.
Ambos son puntos de transición en el ciclo nacimiento – muerte y cuando alguien pasa a través de uno de ellos, alcanza un estatus totalmente nuevo.
Debemos ahora recordar que Madrig, en árabe significa “surco de agua en la tierra” “y también “matriz” (como ocasionalmente se utiliza en el hebreo).
Así en algún sentido el agua representa la placenta de la creación. Cuando una persona se sumerge en la Mikvah, se está ubicando en el estado en donde el mundo está todavía por nacer, sometiéndose el mismo al poder totalmente creativo de D-s.
Así la Mikvah es y representa tanto un renovarse como un renacer.
La forma mas natural de recibir una Mikvah es en el mar.
NIDDAH
El uso más generalizado de la Mikvah está destinado a la purificación de la mujer, después de su periodo menstrual.
De acuerdo con la definición de la Torah, una mujer posee la condición (estatus) de una Niddah desde el momento en que aparece su periodo hasta que se sumerge en una Mikvah.
En consecuencia, la Torah establece que: Levítico 15.19.- “Cuando una mujer tuviere flujo de sangre que proviene de la sangre que circula por su cuerpo, ella será Niddah, durante 7 días”.
Una mujer retiene este estatus hasta que se sumerge en la Mikvah.
El termino Niddah proviene de la palabra Nadad, que significa retirada o separada. La propia palabra indica que la mujer debe renunciar a todo contacto físico con el marido.
El termino Niddah no se refiere a la menstruación sino a la necesidad de separación. El cambio de estatus en ella mujer se produce a través de la inmersión en la Mikvah.
Levítico 18.19.- Tu no deberás (incluso) acercarte para poner al descubierto la desnudez de una mujer que es impura por su condición de Niddah.
Levítico 18.20.- Si un hombre se acostase con una mujer que es Niddah y descubre su desnudez, ambos serán aislados de la comunidad. Pena de Karet, o sea la misma que se aplica para el incesto entre hermano y hermana.
Después de contar 7 días limpios la mujer debe pasar por un proceso normal de purificación ritual.
Fue establecido claramente en la Torah oral que una Niddah debía sumergirse en agua.
Podemos observar que el profeta lo da por sentado cuando manifiesta (Zacarias 13.1) “ese día se abrirá una fuente para expiación y para la Niddah de la casa de David y de los habitantes de Jerusalén.
De esto se deduce claramente que el hecho de que una Niddah requería de la inmersión para su purificación era algo que estaba muy bien establecido.
En Sefarad y Tzarfat se recuperaron los dos libros 2ª y 3ª en importancia en el judaísmo. Zohar y Talmud.
Lo mismo ocurrió con la purificación de la mujer según las leyes judías.
Se recuperó el hebreo y tuvimos importantes filósofos y escritores que poco a poco les iremos presentando..
Y en esta tierra se reunió de nuevo el pueblo judío después de varias diásporas que también iremos viendo sobre todo en los trabajos de la Amuta Bnei El & Israel y Europa.