ANOUSIM



QUIEN ES ANOUSIM (CRIPTOJUDIOS)

 


NOTA: Anousim es una palabra hebrea que significa criptojudio.

1.- Es importante ser ANOUSIM?


Quien soy yo dentro de una colectividad, puede no ser muy importante. Soy uno más. Pero quien soy yo en mi individualidad, si es muy importante para mí.


Y además el que yo sepa quién soy, hasta puede llegar a ser importante para mí comunidad.


Pero si no puedo contestar a la pregunta de quién soy yo, tendré que preguntarme:


¿” Cómo puedo llegar a ser yo”?
En el fondo esto es lo que deseamos llegar a saber.
Con esto es con lo que nos enfrentamos una y otra vez.
De esto depende nuestra integración en una sociedad real, plural y con posibilidades de futuro. Pero ¿Cuál es esa sociedad? ¿Dónde está?
Y.…. ¿educamos realmente para contestar a esta pregunta?

Educamos para saber mostrar lo que deseamos ser o para mostrar lo que realmente somos.
¿Me muestro como lo que soy? o ¿me muestro como lo que deseo ser?
Pero, para mostrarse como lo que soy tengo que saber quién soy.
Conócete a ti mismo. Esto es lo que nos dijo Sócrates. Si, pero es muy difícil.

Nos engañamos a nosotros mismos.
Nos mostramos a nosotros mismos como lo que deseamos ser y no como lo que somos.
Así que si lo hacemos con nosotros mismos ¿qué no haremos con los demás?

2.- Pero entonces soy ANOUSIM?

¿Y si no me gusta como soy?
¿Y si defender una identidad significa enfrentarse con una sociedad que renegó completamente de lo que sigo siendo?
¿Una sociedad que renegó de lo que yo soy? ¿Y por qué esta sociedad renegó?
¿Y esta sociedad sigue renegando? ¿A dónde ha llegado esta sociedad con sus negaciones?

A lo mejor la respuesta está en la pregunta que desde el principio nos estamos haciendo:
¿QUIÉN SOY YO?

¿Tenemos todos la capacidad de preguntarnos esto?
¿Y a los demás que les pasa, por qué no se hacen esa pregunta?
A todos nos da miedo esta pregunta, nos da tanto miedo que de ella han nacido muchos males. Solo la posibilidad de hacérnosla significa evolución positiva.
El problema surge en la respuesta que demos.
Y tengo la impresión de que nuestra culpa como judíos nace en que le damos al mundo la posibilidad de preguntarse: ¿Quién soy yo?

Y hasta ahora las respuestas que recibimos fueron siempre racistas y antisemitas.

3.- ¿Por qué somos semitas?

¿Qué tiene que ver nuestro semitismo con nuestra pregunta anterior?

Si pensamos un poco, veremos que mucho. Ser semita es preservar una identidad.
¡Ah! entonces, si pretendemos preservar una identidad, es que al menos comenzamos a saber quiénes somos, y además ello implica una elección y un acto de libertad.
Y si además ello es para preservar una identidad, significa que el QUIEN SOY YO tiene una identidad.

¿Somos realmente conscientes de esto? ¿o solo lo sentimos?
Me lo pregunto muchas veces, porque además individuo a individuo hemos de impulsar esta identidad que ha de ser protegida por la comunidad.

Y son precisamente el racismo y el antisemitismo las respuestas directas que emanan del que no tiene identidad y del que la ha perdido.
El que nunca tuvo identidad sin duda que tiene un arduo problema ante sí.
¿Pero y el que la ha perdido?

Nosotros los judíos en este punto somos también un enorme problema para nosotros mismos, y nuestra historia nos muestra lo que pasa cuando perdemos nuestra identidad.
Nuestra historia nos dice que nuestro problema no es un problema entre padres e hijos, sino que es un problema entre hermanos.

Siempre nuestros problemas son problemas entre hermanos.
No hay problemas entre Adán y Eva. Solo hay problemas entre Caín y Abel.
Y así se escribe nuestra historia como el mantenimiento de nuestra identidad. QUIÉN SOY YO.

Y si por si esto fuese poco, debemos conseguir que el semitismo, que nuestro semitismo no se convierta en una barrera racista, sino que sea un vehículo de incorporación de los demás hacía o en el camino de mantenimiento y florecimiento de nuestra identidad.
Aspiramos qué duda cabe, a la identidad total.
Nuestro ritual y nuestra forma de vida están completamente enfocadas a responder la pregunta:
QUIEN SOY YO.

4.- YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS.

(nos decía Ortega y si no las salvo a éstas no me salvo yo).

¿Qué crueles resultan estas palabras? ¿es como decir, para qué quiero saber quién soy yo si no puedo salvar mis circunstancias?
Cuando nos echaron de SEFARAD, cuando nos echaron del Finisterre estas palabras debían estar en las mentes de nuestros antecesores.
¿En qué nos habíamos equivocado de nuevo? ¿Qué estaba ocurriendo? ¿El racismo de los demás? ¿Nuestros propios hermanos de sangre que habían perdido su identidad?
¿Mi hermano que prefería asegurar su circunstancia a costa de mi circunstancia?

Si no salvo mi circunstancia no me salvo yo. Unos a Safed, otros a Centro Europa, otros a África, otros se adaptan a la opinión dominante y se integran a ella y otros se esconden y tratan de pervivir. No hay más opciones, nos están echando de Finisterre.
A los que tratan de pervivir, el único recurso que acabará quedándoles será su semitismo.
Nos quedamos en Sefarad en 1492 porque debíamos defender nuestros derechos históricos en esta tierra y ello cada vez resultaba mas difícil y cada vez quedábamos menos.

Nuestros rituales serán paganizados. Las costumbres perderán el significado por el que fueron adquiridas, simplemente las mantendremos como podamos. La lengua olvidada. Los valores de nuestros antepasados se irán disolviendo.
Sobre sus cementerios se construirán otros monasterios, ermitas o iglesias.
SOLO QUEDA EL RECUERO DE LA SANGRE. Que sigue repitiendo la pregunta QUIEN SOY YO.
EN CADA GENERACIÓN SE ALEJAN MAS DE LA RESPUESTA Y EN CADA GENERACIÓN LA SANGRE REMARCA LA PREGUNTA.

5.- ¿Qué es un semitismo sin una razón que lo sustente?

¿Qué es un semitismo sin una identidad que defender?
Es el último refugio de salvaguardia de una idea. Y ESA IDEA ES LA VERDAD.
Ahora bien, ¿esa idea es la verdad o es mi verdad?

Detrás de cada judío hay una historia de identidad perdida, hay un yo pasado, perdido y añorada mente buscado.
Cada perdida es un impulso más en la búsqueda y una confirmación de nuestra permanencia y pertenencia a un pueblo elegido.

Así, semitismo, identidad, y pueblo elegido forman un ente único que todos anhelamos.

¿EL “PROBLEMA” COMO NOS LLAMABAN EN TIEMPOS DE CARLOS III SIGUE SIENDO HOY UN “PROBLEMA”? ¿PARA QUIEN?

LA VERDAD HISTORICA SE ABRIRA PASO.

Esta Fundación está aquí para hacerlo posible.

Firmado

José Bañuelos
Sara Plô
Fundación Bnei El & Sefarad
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